lunes, 10 de diciembre de 2012

Pensamiento sobre la psicopedagogia


De todas las carreras que toman como objeto el psiquismo humano, la psicopedagogía es la más 
joven. Primero estuvieron la psiquiatría, la psicología, la psicoterapia, el psicoanálisis, etc., y por fin 
apareció en el horizonte de las ciencias humanas la psicopedagogía. Su origen estuvo generado 
desde el ámbito de la educación y debió lidiar con la psicología educacional y con carreras terciarias
que se dedicaban a su tema central: el proceso de aprendizaje. La evolución de la profesión 
tampoco ha sido clara, sea dentro o fuera del área educativa los psicopedagogos hemos transitado 
caminos muy diversos y bastante inciertos. En la actualidad el territorio de nuestra labor puede ser 
tan amplio como disperso o inconsistente, una característica en relación al concepto de 
conocimiento, educación y los mecanismos de aprendizaje que hoy predominan. Por todo lo dicho, 
es necesario que el psicopedagogo tenga muy claro su lugar, su “punto de apoyo” o el sitio desde 
donde observa el fenómeno psíquico que lo re-significa. La formación recibida le dará las armas para 
su accionar, pero para no perderse en un contexto donde predomina bastante la confusión, deberá 
sostener su posición y hacerla eficaz sobre unas bases éticas muy firmes. La invitación está hecha y 
de eso trataremos en esta oportunidad. Por mi parte y como psicopedagoga de una larga 
experiencia y duras batallas, trataré de aportar algunas líneas sobre las cuales desarrollar 
pensamientos de utilidad para colegas y profesiones afines.


Leslie Aracena Orrego

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